Intolerancia a la Fructosa
Básicamente existen dos tipos de indisposiciones con fructosa: Malabsorción de la Fructosa, normalmente y erróneamente conocida como Intolerancia a la Fructosa y la Intolerancia Hereditaria a la Fructosa.
Malabsorción a la Fructosa
La malabsorción de fructosa es ocasionada presumiblemente por un defecto en el mecanismo de transporte en el intestino delgado. La proteína de transporte responsable de la absorción de fructosa es inoperante debido a factores hereditarios o externos, debido a esto la fructosa no se absorbe y llega al colon. Esto puede causar dos tipos de desórdenes: a) El agua se acumula a través de la ósmosis en el intestino delgado causando diarrea porque el exceso de líquido no puede ser absorbido en el colon, y b) La fructosa se descompone en el colon en bacterias que forman ácidos grasos de cadena corta y gases, y esto causa problemas como flatulencias, hinchazón, dolor abdominal y dolor de cabeza. La malabsorción de fructosa es a menudo erróneamente diagnosticada como síndrome del intestino irritable (SII), al igual que otros tipos de malabsorciones de carbohidratos, por ejemplo: malabsorción de lactosa.
La malabsorción de fructosa puede ser diagnosticada de forma sencilla e indolora mediante la prueba de respiración con hidrógeno (HBT), sin embargo, se debe tener mucho cuidado si alguien sospecha que sufre de HFI porque la prueba de aliento de hidrógeno puede ser extremadamente peligrosa en este caso (vea a continuación).
Por el momento no hay cura para la malabsorción de fructosa. Las personas que sufren de ella deben mantener una dieta baja en fructosa o, en casos graves, una dieta libre de fructosa.
Intolerancia hereditaria a la fructosa
La intolerancia hereditaria a la fructosa (HFI) es un defecto congénito muy raro del metabolismo de la fructosa que resulta en hipoglucemia y daño grave de hígado y riñones. Los pacientes con HFI sufren síntomas graves, por lo general comienzan en su primer año de vida cuando se les da alimento suplementario. Un gran número, pero no todos ellos, pueden tener indisposiciones al comer cosas dulces (frutas o verduras). En contraste con la malabsorción de fructosa, una dieta baja en fructosa es inútil si alguien sufre de intolerancia a la fructosa; su consumo debe ser estrictamente libre de fructosa.
Las personas susceptibles de sufrir HFI deben ser advertidas para no realizar la prueba de aliento de hidrógeno antes de que se aclaren los factores sospechosos ya pueden ocurrir reacciones graves de hipoglucemia durante la prueba. La intolerancia hereditaria a la fructosa puede, entre otras cosas, ser diagnosticada mediante análisis genético molecular.